miércoles, 16 de mayo de 2018

[TEMA] - Las mujeres en época medieval y moderna

¡Hola, bichines!

Hacía ya mucho tiempo que no aparecíamos por aquí, pero se acerca la época de exámenes y dan ganas de tirarse por el balcón... ¡Aquí os traemos una nueva entrada sobre la historia de las mujeres! Hoy trataremos la Edad Media y Moderna juntas, ya que apenas existe diferencia de una a otra. ¡Allá vamos!

En primer lugar, debemos decir que, durante estas épocas, la reproducción y la familia iban cogidas de la mano. Las mujeres se encontraban insertas en el ámbito doméstico, siendo estas sociedades muy patriarcales. Las mujeres estaban apartadas de lo público, aunque encontramos excepciones que veremos más abajo. La "mujer perfecta" de esta época era aquella que se encontraba dentro del matrimonio, con un papel principal en la reproducción -no solo de hijos, sino de todo el entramado familiar y social-. La condición de la mujer quedaba supeditada al hombre, con numerosas limitaciones. Si rechazaba el matrimonio, podría, incluso, ser declarada "enemiga". Este idea del matrimonio era reforzada por la religión. La mujer no era dueña de su propio cuerpo, por lo que no podía desobedecer al marido. Su sexualidad se usaba en beneficio del varón. Por otro lado, la mujer también tenía un papel fundamental en la reproducción ideológica, pues era la que educaba a las hijas según los patrones de la época, perpetuando el sistema. Finalmente, también era usada para los enlaces matrimoniales que aumentaban el poder de la familia. Solo en el caso extremo de que la autoridad del varón se asemeje a una tiranía, la mujer podrá romper el vínculo matrimonial. Eran frecuentes los malos tratos, pero no estaban penados siempre y cuando se dieran para "corregir y educar a la mujer" y no se dieran en la cara o cabeza.



En lo referente a la economía, eran mano de obra gratuita dentro de la familia, pues en muchas ocasiones ayudaban en la labor económica de la familia. A veces, eran educadas en los oficios paternos. Esto llevó a la endogamia profesional de forma frecuente. En ausencia del varón, podían llevar el negocio familiar, aunque esto se daba en las familias de mercaderes normalmente. 
En el ámbito rural, estaban muy ligadas a la pequeña explotación, siendo una parte esencial de la economía de la familia. Además, también tenían trabajos específicos (cocinar, lavar...). Otros oficios específicos podrían ser el hilado, tejer... En este ámbito, la división sexual no se encontraba muy señalada. Muchas, realizaban el pastoreo de forma independiente o se dedicaban al espigueo. En algunos trabajos, las mujeres cobraban un 30-40% menos que los hombres, pero en la mayoría de los casos cobraban lo mismo, como en el trabajo en las viñas. 
En el ámbito urbano destaca sobre todo el servicio doméstico, con oficios como las mancebas, nodrizas, criadas o camareras. Se les pagaba en moneda, completándose con una parte en especie. Normalmente, se empleaban muy jóvenes y salían de la casa de su amo a los 18 años. Estos empleos suponían un alivio para la familia, pues era una boca menos que alimentar y un sueldo que entraba en casa. 



Respecto al derecho, por supuesto las mujeres no podían hacer leyes. Se creía que, por naturaleza, no eran aptas, por lo que se las sometían a unas exigencias menores. 
El derecho civil establecía que, en el caso del nacimiento de gemelos niño y niña, la primogenitura era dada al varón. Por otro lado, si el matrimonio moría en un mismo accidente, se decretaba a la mujer como la primera en morir, debido a su condición. Se las consideraba como imbecillitas sexus, como un menor de edad. La patria potestad de los hijos, por tanto, recaía en el varón (aunque éste podría decretar a su muerte que pasase a la mujer). Este derecho incluso regulaba el tiempo que debía llorar una viuda (establecido de los 9 a los 12 meses), en el que no podía mantener relaciones sexuales para no quedarse embarazada de otro y hacer que su hijo herede sin ser hijo del marido. 
El derecho penal, por otro lado, les dio algunas ventajas al ser consideradas como niños o débiles mentales, pues las penas eran algo menos duras. 

Finalmente, en lo que respecta al poder y la política, se conocen casos de mujeres muy importantes al enviudar. El poder estaba ligado a la capacidad económica. En la ley se resaltaba la incapacidad de las mujeres para el gobierno. Sin embargo, en Castilla y León, las mujeres podían acceder al poder si no existía ningún varón (como es el caso de Isabel la Católica).

Como curiosidad: los judíos poseían la institución de la Haliza. Al morir el marido, la mujer debñia casar con su cuñado, pero si él no quería debían acudir a esta institución para quedar libre de enlace mediante un rito: le quitaba un zapato y le escupía en la cara al grito de "así se hace con el hombre que rehúsa edificar la casa de su hermano".



¿Os ha gustado? ¿Conocíais todo esto? ¡Muy pronto la época contemporánea!
Wol.